martes, 22 de diciembre de 2015

No soy ninguna histérica

Utilizáis la palabra histérica a la ligera, como muchas otras. No entendéis lo que significa la histeria pero nosotras si comprendemos lo que queréis hacernos sentir con ella. 

Histérica procede de la histeria o histerismo o que tiene origen en esta enfermedad nerviosa o con este estado de intensa excitación. 

No soy ninguna histérica porque sólo me hayáis validado la pena y la sumisión como muestra de mi rabia y enfado. Desafortunadamente no nací con los genitales que me permitían poder pegar un grito o dar un golpe sobre la mesa cada vez que me enfadará o algo me molestará. A mí me correspondían las lágrimas silenciosas y una actitud pasiva ante las injusticias. 

Pero se acabó, no soy ninguna histérica porque te grite que dejes de comportarte de una forma machista, con tus mil comentarios sexualmente ofensivos, las mil referencias innecesarias al cuerpo de las mujeres,con las miles de veces que haces diferencias a la hora de aceptar la valía de las mujeres frente a la de los hombres, cada vez que hablas por encima de una mujer, cada vez que menosprecias una opinión nuestra o cada vez que mantienes relaciones sexuales buscando tu propio orgasmo. 

No soy ninguna histérica por atreverme a gritarte a la cara todos los privilegios que tienes y las opresiones que realizas. Si a ti te duele comprender el sujeto que desempeñas en esta ecuación, valora nuestra situación y deconstrúyete ya joder. 



BRUJAS AL ACECHO 

martes, 25 de agosto de 2015

Brindemos por los cambios

Con el paso del tiempo vamos decidiendo que ideas abrazamos y cuales rechazamos. Esto produce cambios en nosotras mismas, en nuestras vidas, en lo que era nuestra rutina... Llegando a oír ese aclamado reproche de "has cambiado, no te reconozco". Y gracias que es así, me seguiré alegrando cada vez que me digan eso, porque si en algo creo es en que la vida es cambio en movimiento. No es que yo sea una persona a la que no le afecten los cambios, para nada; pero sé que son necesarios, que mueven todo. Todo evoluciona y se transforma de manera constante. Ya nada es igual a cuando empecé a escribir estas líneas, y me alegra que así sea.

Así que sí, he cambiado. Y qué bien. Y lo seguiré haciendo.

Me duele que haya personas que no puedan aceptar estos cambios, que sólo sean capaces de reprocharte que ya no eres igual. El respeto hacia las personas no consiste sólo en aceptarles mientras se encuentre entre los límites que nosotras mismas soportamos, el respeto incluye todo: lo que ha sido, es y lo que será esa persona. 

Si quieres a alguien, déjale cambiar.